09 marzo 2025

Los violentos no humillan: embisten, como las bestias


Los energúmenos no humillan: embisten, como las bestias

Es falso. Donald Trump y su oscuro vicepresidente Vance, no humillaron a Zelenski. Fue el presidente ucraniano quien tuvo el arrojo de mostrar al mundo la bajeza moral de unos matones de salón del Oeste, unos chulos repugnantes representando ante el mundo, coreografía perfectamente ensayada, cómo se rompen los moldes de la diplomacia entendida como el arte de introducir relaciones entre países, un avance de la civilización. Pero la encerrona resultó fallida: Zelenski salió de aquella trampa infame con la cabeza bien alta, ellos gritaban como cernícalos y él razonaba, aguantando el tipo, como una persona decente.

 

¿Querían los nuevos amos del mundo quedarse con las tierras raras? Pues por ahora se quedaron sin ellas. ¿Pretendían romper los apoyos internacionales a Ucrania? Pues consiguieron lo contrario, como se demostró en Londres este mismo fin de semana. Al final del grotesco documento sólo vimos vociferar a un energúmeno y a su edecán. Sinverguenzas y camorristas, somos los amos del universo y os machacaremos. 

Comenzó la broma con el propio Trump, el más grosero entre los groseros, haciendo chistes sobre la vestimenta de Zelenski. Y como todo estaba preparado, uno de sus periodistas pelotas, sólo están allí para reírle las gracias al rey que va desnudo, se permitió afear al líder ucraniano que acudiera a ese Despacho Oval sin traje ni corbata. Qué risa. El mismo escenario en el que apenas hace unos días semanas el gilipolla Elon Musk, el brujo de la tribu, llenaba esa sala ante esos mismos periodistas ataviado con camiseta y gorra y con su hijo número 13, a la chepa. Por no hablar de ese mismo Despacho en el que Clinton hacia algunas cosas con una becaria. Con ese arranque comenzó el asqueroso reality que pudo contemplar medio mundo. 

Hay que insistir. Mal hecho por los medios que titularon Trump humilla a Zelenski. Frente a la barbarie, expuesta a la vista de medio mundo, las gentes de bien sabemos reconocer quién es el verdugo y quién la víctima.

No quise poner mi opinión el mismo día de la reunión de Trump con Zelenski, ya que la noticia era vomitiva y me producía tal repulsión que deje pasar algunos días para meditar y asimilar esta noticia.